A Journey Beyond the Pipette

Crónicas de un Científico-Abogado

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¿Por qué los perros mueven sus patitas cuando les rascas la panza?

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             Si tienes o has tenido un mejor amigo de esos que ladra, de seguro has encontrado ese punto exacto donde rascarlo para que empiece a dar esas adorables pataditas que tanto aparentan satisfacerlo. Pero ¿te has preguntado porqué hacen esto?  

 

            No te preocupes, no es nada que le haga daño al perro, es una respuesta involuntaria del canino que ayuda a su protección física. Esta reacción se llama el reflejo de rascado y lo protege de agentes irritantes e insectos peligrosos. 

 

            El reflejo de rasguño se puede activar en diferentes partes de su cuerpo y, dependiendo su raza y otros factores, cada perro tendrá lugares específicos que son sensitivos a esto. Este mecanismo se activa porque debajo de la piel de tu amigo, en esas áreas que estimulan las patadas cuando los rascas, hay una serie de neuronas conectadas al cordón espinal. Al rascar estas áreas, se activan las neuronas y envían señales que le dicen a la patita, “patea, patea, y sigue pateando.” 

 

            Científicos creen que esta reacción se desarrolló para que el perro, sin tener que pensarlo, se rasque para sacar de su cuerpo insectos y otros alérgenos, ayudando que se mantenga más saludable. Es similar a unos reflejos que tenemos los humanos. Por ejemplo, si pones tu mano en una estufa caliente, tu cordón espinal se encarga de decirle a tu mano que se mueva, a pesar de que tu cerebro aun no a recibido la señal de que tu mano se está quemando. Si tu cuerpo tuviese que esperar a que el cerebro reciba, procese, y active una respuesta, de seguro tu mano habrá sufrido más daño. De una manera similar, el reflejo de rasguño reduce el potencial de que sea lastimado.

La próxima vez que rasques a tu perrito en esas partes que activan el reflejo de rascado, sabrás que estás activando un mecanismo de defensa que tomó cientos, sino miles, de años en desarrollarse para mantenerlo saludable.

 

Aquí les dejo un estudio del año 1906, donde científicos publicaron un estudio comprensivo sobre esta respuesta de los perros.